Cuando lo leí en un artículo de la
revista on-line S-Moda, no lo vi claro. No he pasado aun por ese momento de
amamantar un hijo, pero supongo que para las madres que han pasado por ese
momento, es algo especial. La verdad es que las joyas son bonitas, además de un
recuerdo que según las madres es maravilloso. Según la revista que ha realizado
la entrevista a la creadora de tan original idea, para hacer las joyas hay que
enviar la leche en un recipiente sellado o bien congelado, después se
esteriliza para encapsularla en resina. No todas las leches maternas son iguales,
de ahí que el color blanco pueda variar y eso lo hace aún más especial.




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